¿Conoces la historia de los neumáticos? Desde su origen hasta nuestros días han cambiado muchísimo. Descubre la espectacular evolución de estos elementos.
El origen de los neumáticos
Las primeras ruedas se hicieron de madera. En tiempos remotos, incluso en la época del faraón egipcio Tutankamón (s XIV a. C.), comenzaron a protegerse con llantas de hierro que les aportaban una protección adicional.
Sin embargo, los historiadores coinciden al fijar el origen de los actuales neumáticos en el siglo XIX. En 1839, Charles Goodyear inventó la vulcanización y consiguió las denominadas llantas de goma maciza, elaboradas con caucho procesado.
Fue en 1845 cuando el escocés Robert W. Thomson ideó la primera llanta neumática. Consistió en un tubo interior de goma relleno con aire que protegía a la cubierta con bandas de cuero. Lógicamente, patentó su invento. Los fabricantes de bicicletas fueron los más beneficiados, porque este sistema amortiguaba los golpes y la irregularidad de los terrenos.
Al año siguiente, el inglés Thomas Hancock dio un paso más al fabricar las llantas de goma maciza. Estas iban fijadas a los aros de hierro que circunvalaban la rueda de madera. Destacaban por el escaso ruido y por la estupenda amortiguación frente a las vibraciones. A partir de 1870, las principales bicicletas del mercado ya incluían este método.
Ahora bien, si queremos elegir a un único inventor del neumático, este no podría ser otro que el veterinario John Boyd Dunlop. Lo hizo en Escocia, en 1888. Su idea fue genial para la época: montó unos tubos inflados de caucho sobre las ruedas de un triciclo, hechas de madera, y los cubrió con una lona. En consecuencia, inventó los primeros neumáticos dotados con cámara de aire. ¡Había nacido la historia del neumático!